Como primer paso pre-calentaremos el horno a 190°C.
En un recipiente cascamos solo las cuatro claras de huevo, batimos con la ayuda de unas varillas eléctricas hasta hacerla a punto nieve, seguidamente cascamos un huevo entero junto con la yema, batimos hasta integrar bien.
Echamos la harina tamizando poco a poco, con la ayuda de una espátula mezclamos haciendo movimiento envolventes evitando que se baje las claras batidas, vertemos la leche desnatada en ese momento y mezclamos sigue.
Ahora añadiremos la levadura que le dará esa esponjosidad que lo caracteriza, endulzamos con estevia y agregamos la proteína del sabor que hayas escogido, mezclamos nuevamente con la batidora hasta integrar bien y conseguir una textura homogénea.
Vertemos la mezcla en un molde para horno previamente forrado con papel de horno, llevamos al horno y dejamos horneándose por 50 minutos, pasado este tiempo retiramos del horno y dejamos enfriar por unos 15 minutos.
Desmoldamos con cuidado y disfrutamos de este bizcocho delicioso y lleno de proteína.